Director: Tomas Alfredson
Año: 2017
Intérpretes: Michael Fassbender, Rebecca Ferguson, Charlotte Gainsbourg, Val Kilmer, J.K. Simmons
Un detective con problemas familiares y de alcoholismo, vive una etapa muy oscura en su vida. Tanto en su trabajo como en su vida particular las cosas no le van como él quisiera. Cuando comienzan a aparecer una serie de asesinatos, todos ellos marcados o señalados con un muñeco de nieve, intenta volcar su sabiduría y experiencia en estudiar los casos, pese a que en la comisaría no quieren que lleve la investigación y ponen a otra inspectora brillante y perspicaz.
Con un empiece que engancha al espectador, el director nos adentra en un juego en el que el detective, su compañera de homicidios, la familia del policía y el asesino juegan una partida en la que cada uno mueve sus cartas para obtener la mayor ventaja posible. Todo ello arropado por los paisajes nevados, la propia nieve y el frío que reina durante toda la película.
Sobre todo el frío ambiental parece que, a medida que avanza el metraje, se le ha contagiado al realizador, pues pienso que podía haber sacado más partido a las situaciones, los giros de guion y los intérpretes. Siendo en este último apartado donde hay más diferencia entre ellos, creo que Michael Fassbender está un poco “frío”, como si se le hubiera dicho que no puede expresar emociones, algo necesario para dar vida este hombre atormentado, sombrío y con una personalidad marcada por el exceso de alcohol. Por el contrario las dos protagonistas femeninas, la detective (Rebecca Ferguson) y la exmujer (Charlotte Gainsbourg), dan más credibilidad a sus papeles. Ferguson empieza floja para ir subiendo la interpretación a medida que se involucra en la investigación. Gainsbourg, muy delgada, sufre las alternativas del exmarido en relación a su hijo, a ella y a la nueva pareja de ésta, para resaltar los vaivenes emocionales que padece a lo largo de la película.
Creo que se podía haber sacado más jugo a la historia pues, pese a que en líneas generales está bien contada, correctamente dirigida y estructuralmente definida, no llega a entrar en la mente del espectador, le deja un poco indiferente y no le involucra como en otras películas de crímenes que estamos hartos de ver. Pese a todo, gustará a la mayoría de los espectadores y dejará una buena impresión a todo aquel que mire la película con ojos no muy exigentes.