La distribuidora Golem, con motivo del estreno el próximo 7 de abril de la nueva película de Aki Kaurismäki El otro lado de la esperanza, ha organizado un mini-ciclo con dos de las películas más representativas del diector finlandés. Los días elegidos para la proyección de las películas son los próximos 30 de marzo y 4 de abril, a partir de las 16:10 horas.
Las dos películas se podrán ver, al precio de 4 euros, en los cines Golem Madrid (Calle Martín de los Heros 14). Los títulos elegidos son: Luces al atardecer (2006) y El Havre (2011). Esta última inició una trilogía portuaria, que continúa con El otro lado de la esperanza.
Kaurismäki, inimitable y peculiar realizador, montador y productor, tiene en su filmografía más de 20 títulos como director, entre ellos pequeñas joyas como Un hombre sin pasado (Gran Premio del Jurado en Cannes 2002), Luces al atardecer o El Havre (Premio Fipresci de la crítica, Cannes 2011). Su amplia y meritoria filmografía fue reconocida en la pasada edición del Festival de Cannes donde recibió la Carroza de Oro por su sobresaliente trayectoria.
LUCES AL ATARDECER
Sinopsis: Koistinen, un guarda de seguridad que trabaja de noche, recorre las calles buscando un pequeño lugar al sol, pero la indiferencia general y la mecánica sin rostro de la sociedad se unen para hacer trizas, una tras otra, sus modestas esperanzas.Un grupo de mafiosos explota su sed de amor y su profesión con la ayuda de una mujer calculadora. Organizan un robo del que se acusa a Koistinen como único responsable. El guarda de seguridad pierde su trabajo, su libertad y sus sueños.
EL HAVRE
Sinopsis: Marcel Marx, escritor y bohemio empedernido, se ha autoexiliado en la ciudad de El Havre, donde siente que está más cerca de la gente después de adoptar el honrado, aunque no muy provechoso, oficio de limpiabotas. Ha enterrado el sueño de convertirse en un reconocido autor y vive felizmente dentro de un triángulo compuesto por su bar preferido, su trabajo y su esposa Arletty. Pero el destino hace que se cruce con un emigrante menor de edad llegado del África negra. Arletty enferma, y a Marcel no le quedará más remedio que alzarse una vez más ante el frío muro de la indiferencia humana con el optimismo que le caracteriza y la solidaridad de los habitantes del barrio como únicas armas. Pero se enfrentará a la maquinaria ciega de un Estado constitucional, representado por la policía, que sigue la pista al joven refugiado. Ha llegado el momento de que Marcel se lustre los zapatos y enseñe los dientes.