
La actriz Itsaso Arana da el salto a la dirección de largometrajes con Las chicas están bien, que ha terminado su rodaje. Protagonizada por la propia Arana junto a Bárbara Lennie, Irene Escolar, Itziar Manero y Helena Ezquerro, es un cuento de verano sobre la convivencia entre cinco actrices que ensayan una obra de teatro en un antiguo molino, apartado del mundo. Con guion de la propia directora, la película es una producción de Los Ilusos Films (Jonás Trueba y Javier Lafuente).
Sinopsis: Cuatro actrices y una escritora pasan una semana de verano en un antiguo molino para ensayar una obra de teatro. Durante esos días, las chicas se irán conociendo y midiendo a través de los materiales que plantea la obra, y aportarán sus propias vivencias alrededor de los temas de sus personajes; el amor, la belleza, la orfandad, la fe, la amistad, la actuación, la muerte.

Las chicas están bien es una película con una obra de teatro dentro, pero es también un cuento de verano. La historia de un hechizo. Con princesas, sapos, ríos, cartas y hasta un príncipe despistado.
En palabras de su directora: “la película habla de cómo los cuentos y los relatos femeninos nos han conformado y nos han dañado también. Pero sobre todo, es una película sobre el amor. El amor a un oficio alquímico y antiguo como la actuación, el amor entre mujeres, el amor al contar y al escuchar. La hemos filmado desde la convicción de que compartirnos nos hace mejores.”

El rodaje, que ha terminado hace unos días, ha tenido lugar en un antiguo molino del siglo XVII situado en Nistal de la Vega (León), convertido en un personaje más de la película. Además, la filmación ha sido una producción sostenible con el respeto al medio ambiente, por lo que el rodaje ha contado con el asesoramiento de Creast, empresa española pionera en la medición y reducción de la huella de carbono en el sector audiovisual.
Las chicas están bien se estrenará en los cines españoles en 2023. Posteriormente, se podrá ver en Filmin, que ha adquirido los derechos VOD en exclusiva.
Fotos de rodaje: ©Elvira Iranzo