
Dirección: Desiree Akhavan
Intérpretes: Chloë Grace Moretz, John Galagher Jr., Sasha Lane, Forrest Goodluck, Owen Campbell, Emily Skeggs, Jennifer Ehle
Año: 2018
Distribuye: Good Films
Una joven (Chloë Grace Moretz), que acaba de terminar el instituto, es pillada en el asiento trasero de un coche con otra chica, en la noche del baile de fin de curso. Su familia la envía a un centro terapia de conversión especializado en adolescentes “con problemas de atracción por el mismo sexo”. Con esta premisa comienza esta película que trata el tema de la homosexualidad en la juventud, algo que no toda la sociedad acepta.
El encuentro de Cameron, que así se llama la protagonista, con otros jóvenes que tienen igual o muy parecido “problema” (entrecomillo la palabra, porque es problema para un cierto sector de la sociedad), crea en ella unos sentimientos encontrados, por un lado comprende que no está sola, y por otro se siente culpable por haber hecho algo que a ojos de la sociedad está prohibido.

Estamos en los años 90, por lo que hay que mirar la historia con ojos de entonces, en esos años la homosexualidad era contemplada como una enfermedad, y, por ello, todo lo que se hacía iba encaminado a “curar” a los diferentes adolescentes que osaban contagiarse…
En este campamento de desintoxicación donde los sueños (de libertad, de amor o de lucha) de la protagonista, se mezclan con la cruda y dura realidad del internado, llevan a Cameron a madurar rápidamente, a fingir estar inmersa en las distintas actividades religiosas/deportivas con tal de no sufrir en sus carnes las charlas/terapias regeneradoras que hacen unos monitores, totalmente entregados y sectarizados, a los internos más díscolos.
A través de primeros planos de la protagonista, que está inmensa en su papel, la directora escudriña su cara, su expresión, para mostrarnos en cada situación el estado de ánimo de Cameron, como pasa de la tranquilidad al dolor, de la pena a la alegría o de la satisfacción al desasosiego según se vea implicada en las distintas terapias, hable con otros compañeros/as, o busque su paz interior en las largas carreras que realiza por el campo.

El grupo de amigos/internos que rodean a la joven, cada uno con una “disfunción” diferente, intenta arroparla y/o protegerla de los rígidos métodos que prevalecen en esa comunidad, pues ella es la más delicada y quién más necesita ayuda. Aunque, a la hora de la verdad, no siempre es el más débil quién lo parece. Siendo los lazos entre estos jóvenes más estrechos a medida que pasa el tiempo.
Película dura, con una visión de la homosexualidad de los años 90, que explora la manera de “tratar” ese “problema”, frente a unas ganas de libertad verdadera, de auténtica camaradería y de ayuda incondicional, donde los secretos que todos guardamos dentro, a veces salen a la luz por encima de todo.


