Director: Fernando Merinero
Año: 2017
Intérpretes: Fernando Merinero, Angélica Revert, Magaly Santana, Montse Berciano, Carmen Merinero, Carolina Clemente
Distribuye: Vendaval Producciones
Última entrega de la trilogía Las 1001 novias en la que el director sigue con su proyecto de rodar, en Canarias, una película con una mujer que marcó su vida muchos años atrás. En un plan perfectamente organizado, con varias actrices-amigas, intenta resolver sus dudas y recuerdos del pasado para, con su hábil labia y su descarada mirada del mundo, intentar descubrir sus más íntimos secretos e intentar cerrar de una vez y para siempre las heridas de su corazón.
Continúa Fernando describiendo frente a la cámara el mundo femenino según él lo ve, su relación con las mujeres que han rodeado su vida y sus disquisiciones sobre los más diversos temas, aunque los que más le fluyen son los femeninos, con algunas afirmaciones que quieren sentar cátedra como la muy divertida sobre los significados de los refranes.
Con momentos intimistas y otros más locos, el espectador descubre (si no conoce las otras películas anteriores) o recuerda (si vio las dos primeras) la manera de ser, de pensar, de soñar y de conquistar a las mujeres que, para él, son el centro del cosmos, su particular universo, que quiere compartir con el espectador que, a veces, asiste asombrado a la preparación de esta película documental.
En esta ocasión, encontramos momentos más espirituales con unos poemas que recita en off y con una serie de cartas que guarda de la antigua etapa en Canarias. Todo se complementa con antiguas escenas rodadas en las Islas Afortunadas, en blanco y negro, donde se nota la complicidad, la amistad y algo más, entre Fernando y Magaly, para volver a esos orígenes que comparte con el espectador explicando su porque de este nuevo proyecto que presenta con mucho humor, gran sinceridad y un poco de malicia (made in Fernando), hasta llegar a algunas escenas emotivas que, me pregunto, ¿será el comienzo de otra trilogía?