Director: Martin Rosete Año: 2016
Intérpretes: Kellan Lutz, Jesse Williams, Jamie Bamber, Jess Weixler, Lucía Guerrero

Decía Quevedo: “Poderoso caballero es don dinero” y qué verdad es… En esta película de la que hablaré hoy, este poderoso caballero es otro protagonista más del reparto, ya que está presente en casi todas las escenas que tienen lugar en una casa de lujo donde se van a reunir dos parejas para celebrar una agradable velada.
La aparición de un vecino, que dice acaba de llegar a la urbanización, dará lugar a una serie de situaciones tensas, a veces violentas, que hace que los cinco personajes empiecen a pensar más en el dinero que en la situación en que se encuentran.
Comienzan entonces a brotar en cada individuo su lado más oscuro, más ambicioso, sin importarles lo que puedan pensar los demás, sin un atisbo de humanidad, convirtiéndoles en verdaderos cazadores de dinero. Aparecen reproches entre las parejas y entre los restantes miembros del grupo, inusual, que se ha formado en la casa que acaba convirtiéndose en una cárcel donde, de manera tensa, discurre la acción.
El director, que debuta en el largometraje con este título, nos envuelve perfectamente con una atmósfera tensa y claustrofóbica que refleja las debilidades humanas. Ofrece una visión cruda, dura a veces, y descarnada de las ambiciones de cada persona, de cómo los protagonistas juegan al gato y al ratón, dependiendo de en qué lado de la casa estén los maletines de dinero.
Los cinco protagonistas mantienen perfectamente la acción pero quisiera resaltar a dos de ellos, cada uno por un motivo. El vecino, Jamie Bamber, que convierte su amabilidad y dulzura iniciales en algo mucho más duro y cínico, haciendo una interpretación veraz de alguien con una arrogancia rayando la crueldad, y Lucía Guerrero (a quién esta semana la podemos ver en dos estrenos en la cartelera española) que, con un aire de inocencia, esconde una personalidad que los otros invitados no conocen.
Película sobre secretos y mentiras, sobre los enfrentamientos que se producen por dinero y la ambición desmedida de las personas. Con un guion sólido y bien estructurado ofrece al espectador una historia que le mantendrá en tensión hasta el desenlace final.


