Director: Lenny Abrahamson
Año: 2015
Intérpretes: Brie Larson, Jacob Tremblay, Joan Allen, William H. Macy, Sean Bridgers

Lo primero que nos viene a la mente tras ver esta película es la terrible realidad que ocurrió en Austria, donde un hombre tuvo secuestrada a su hija durante 24 años y con la que tuvo varios hijos. En esta ocasión encontramos a una mujer que lleva varios años encerrada en una habitación por su secuestrador, en ese tiempo ha tenido un hijo que, en sus cinco años de vida, no ha conocido más mundo que ese lugar pequeño y claustrofóbico, pero que para él es su casa. La madre ha procurado que el niño viva como si sólo existieran esas cuatro paredes, como si no hubiera otra vida, aunque poco a poco le va informando de que hay otro mundo, algo grande y fascinante fuera de su “hogar”. Con esta premisa asistimos a una enseñanza de la madre al hijo, de una educación en condiciones extremas que nos hace sentir admiración por la mujer y simpatía por el niño, un jovencísimo actor, Jacob Tremblay, que nos cautiva desde el primer momento y que da una lección de naturalidad y sencillez a lo largo de la película. No sé si hay una edad mínima para optar a los Oscar®, pero creo que su actuación bien merecía estar entre los nominados a actor de reparto. Por su parte Brie Larson, creo que es firme candidata a la estatuilla como mejor actriz (pues escribo esto antes de la ceremonia de entrega), la fuerza que da a su personaje, el sufrimiento que tiene y que evita mostrar a su hijo, la lucha por intentar que las cosas cotidianas como el despertar de cada día, los muebles de la habitación y la ventana al mundo (una destartalada televisión), sean algo natural y cotidiano en la vida de ambos. Mientras, la madre no deja de pensar en que la situación no puede seguir así y, al tiempo que sigue educando a su hijo, comienza a hablarle del mundo exterior, de lo que hay fuera, que hay otra vida y le empieza a preparar para que no se resigne a esa vida de cautiverio y aislamiento, aunque el niño, que ve su situación actual como algo normal, empieza a preguntarse porque hay que intentar una salida. En suma, película que nos cautiva de principio a fin, con momentos emotivos y grandes interpretaciones, sobre todo el niño, que pese a corta edad parece que lleva mucho tiempo actuando.