Director: John Crowley

Año: 2015

Intérpretes: Saoirse Ronan, Domhnall Gleeson, Emory Cohen, Jim Broadbent, Julie Walters

El drama de la emigración está muy bien reflejado en esta película que es el quinto trabajo de su director. El dilema que tiene la protagonista, nominada muy merecidamente a mi entender, al Oscar^® como mejor actriz principal (escribo esto antes de saber los ganadores), entre si debe marchar de su Irlanda natal para abrirse camino al otro lado del mundo o no, le acompañará en su andadura a lo largo del film. Las diferentes alternativas que deberá tomar en su vida le marcarán en su corazón creando una dicotomía que en principio le resultará muy difícil de sobrellevar. El cambio radical entre su país y el lugar al que llega supone un golpe muy duro que deberá superar por medio de las personas que encuentra en Brooklyn, tanto compañeras de piso, como la parroquia donde le ayudaron al viaje, como en el descubrimiento del amor en otro emigrante italiano. Todo esto hace que su vida comience a mejorar, se asiente y crea que el “sueño americano” es posible. Cuando, por diferentes circunstancias, vuelve a su tierra, de nuevo las decisiones que debe tomar le ponen en una nueva disyuntiva que tendrá que resolver de una vez por todas. Magnífica interpretación de Saoirse Ronan dando perfectamente el papel de muchacha tímida, recatada, que no sabe casi nada de la vida y que aprende a vivir marcada por las circunstancias que encuentra cuando llega a su nuevo destino. Sus miradas, silencios y vestuario provinciano, van cambiando por aplomo, locuacidad y una ropa más acorde con su nueva vida, hacen que nos enamoremos de esta irlandesa (de ficción, pues ella es en realidad de Nueva York), en una película delicada, intimista y bella que es fiel reflejo de una época que vivieron infinidad de personas, que no tuvieron más remedio que salir de sus casas, de sus países para labrarse un porvenir en otros lugares del planeta. Cuenta con buena ambientación, decorados realistas y actores secundarios de la talla de Jim Broadbent y Julie Walters.